jueves, 11 de abril de 2013

Las barreras de la mente

Los humanos como la mayoría de los simios y otros animales sociales, tenemos la capacidad de empatizar con nuestros semejantes.

 Los humildes, soñadores e idealistas, nos situamos en la posición de los poderosos imaginando ser como ellos, ¡ qué vidorra ! qué bueno vivir tan de puta madre sin pegar ni palo al agua disfrutando de todos los placeres que nos depara la vida con nada más que cerrar los ojos (a veces también la boca y  los oídos) mientras nos seguimos empobreciendo.
 Semejantes suelen ser aquellos que pareciéndose lo más posible a nosotros  nos provocan alguna sensación de necesidad protectora y nos mueven a  la empatía. Pero los poderosos controlan racionalmente su empatía y la restringen a su grupo social y a aquellas personas que servilmente se acomodan al cumplimiento de sus objetivos económicos y sociales ... o al menos les riamos sus gracias.
 ¡ Ah ! pero en les momento que les disputemos "lo suyo"...??, en el momento que dejemos de ser serviles...??

Podemos " llevarnos bien " mientras las distintas clases sociales saquemos alguna ventaja de ello, pero cuando algunos cometen tan tremendo abuso amparándose en su posición dominante se acabó, se rompen las reglas de juego del beneficio mutuo que se han trocado en el beneficio de unos pocos, con el perjuicio de muchos. ¡ Qué Insensatez !
Los ositos  o los gatitos amorosos, que son un número ingentemente mayor que el de los privilegiados se enfadan y ... antes de ser comidos por los " zorros " ...
Pero qué dudas tenemos de que ya nos están comiendo ? Sólo las barreas mentales que nos están imponiendo con un machaqueo continuo a través de la tremenda cantidad de mensajes directos o subliminales impiden que reconozcamos la realidad que hace que muchos gatitos estén cayendo abatidos por sus fauces, que habiendo probado la sangre y nuestra indefensión, no cejarán en continuar con esta macabra carrera hasta acabar si no lo impedimos con todos nosotros.
 Y mientras si son galgos o podencos o lebreles o zorros ..., por qué no nos dejamos de disquisiciones peregrinas y empatizamos con los nuestros, que los " perri-zorros " ... ya nos están comiendo por los pies ?.
Al parecer habrán de comernos la cabeza y el cerebro si es que no lo han hecho ya para que  ¡ oh paradoja ! sintamos la necesidad de unirnos para podernos defender.
Pero tranquilos la fe en sus promesas de que la matanza acabará pronto nos mantiene inmovilizados, y será verdad y por esta vez la profecía será cierta y se cumplirá, porque la matanza acabará efectivamente pronto cuando ya no quede nadie a quien sacrificar en el altar del neoliberalismo.


 Y mientras un servidor esforzándose en ser entendido por los humanos  ¡ qué pretensión ! cuando resulta que sólo soy un puñetero grillo feliz con un pequeño trocito de lechuga ...

No hay comentarios: