miércoles, 12 de junio de 2013

Viable, viabilidad. Sostenible, sostenibilidad.

Sostenella y no enmendalla.
Me refiero a la perversión del lenguaje en cuanto nos referimos a sostenibilidad.
 Cuando los humanos decidimos salir de las cuevas y los árboles y fabricar viviendas es porque lo necesitábamos y éramos capaces de fabricarlas sin merma de cubrir otras necesidades más perentorias como lo es la de alimentarnos...
El término sostenibilidad viene ligado al de necesidad. Algo para que pueda ser sostenible no debe sobrepasar excesivamente lo necesario de lo contrario será un exceso.
El término sostenibilidad viene ligado a la cobertura de necesidades más perentorias pero además con una proyección futura, es decir el fabricar viviendas no debe mermar la posibilidad de alimentarnos ahora no detrayendo recursos imprescindibles para ello en el presente ni deteriorando el medio de tal forma que nos impida hacerlo en el futuro. Para acceder a la fruta hoy no debemos abatir un frutal, y para poder obtenerla mañana deberemos cuidarnos del frutal hoy.

Las necesidades son cambiantes y están en sintonía con el propio desarrollo humano y de las capacidades de la sociedad en cada momento.
Una aproximación de la jerarquía de necesidades humanas se representa mediante la pirámide de Maslow. En el futuro y dada nuestra supuesta capacidad de desarrollo

esta jerarquía podría ir evolucionando una vez superadas con holgura las necesidades Fisiológicas.

Por otra parte en términos económicos deberíamos saber alcanzar un nivel de cobertura de necesidades de la forma más eficiente posible es decir obteniendo el máximo de satisfacción posible utilizando el mínimo de recursos imprescindibles. Estos recursos deberían además ser renovables de manera que vuelvan a poder disponer de ellos las futuras generaciones.

Con al menos estos elementos para que no nos confundan "los de arriba", el sistema de salud y de protección social, el sistema educativo y otros servicios y derechos básicos son intrínsecamente sostenibles desde el punto de vista social porque tenemos necesidad de ellos reconocida constitucionalmente y capacidad y recursos suficientes para proporcionarlos sin renunciar a otras necesidades de otro nivel del mismo u otro nivel inferior.

Cuando nos estamos refiriendo, en el nivel de la "Seguridad" 2º nivel, a la seguridad física, hablando del cuidado de la salud de la mayoría, en un sistema democrático, no se pueden permitir excesos a unas capas sociales que aspiren a la "Autorealización" 5º nivel mientras otras no han pasado del 2º nivel.

Dicho de otra manera, no se pueden pagar los excesos de los bancos y el capital financiero, ni se puede permitir el fraude fiscal, ni un sistema de fiscalidad injusto  en el que los ricos y las grandes empresas apenas colaboren, a costa de los derechos básicos y fundamentales de la mayoría de las personas.

Es decir lo que realmente es insostenible en términos democráticos es el enorme beneficio y los exiguos impuestos de los bancos y del capital financiero porque éstos impiden la consecución de necesidades más perentorias para la mayoría de las personas.
Por tanto que se canten otra milonga que ésta no nos ha convencido ni nos ha gustado en absoluto.

Para dar ejemplo por mi parte ahí queda esta clásica milonga sentimental de Homero Manzi "pa` gritarles que  ¡ NO !"

Milonga pa' recordarte,
milonga sentimental.
Otros se quejan llorando,
yo canto por no llorar.
Tu amor se secó de golpe,
nunca dijiste por qué.
Yo me consuelo pensando
que fue traición de mujer.

Varón, pa' quererte mucho,
varón, pa' desearte el bien,
varón, pa' olvidar agravios
porque ya te perdoné.
Tal vez no lo sepas nunca,
tal vez no lo puedas creer,
¡tal vez te provoque risa
verme tirao a tus pies!
Es fácil pegar un tajo
pa' cobrar una traición,
o jugar en una daga
la suerte de una pasión.
Pero no es fácil cortarse
los tientos de un metejón,
cuando están bien amarrados
al palo del corazón.

Milonga que hizo tu ausencia.
Milonga de evocación.
Milonga para que nunca
la canten en tu balcón.
Pa' que vuelvas con la noche
y te vayas con el sol.
Pa' decirte que sí a veces
o pa' gritarte que no.




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