Cual sibilinas culebras serpenteando entre la maleza de las intrigas y las mentiras (o las medias verdades) los políticos se deslizan impertérritos por la pendiente de la destrucción de los escasos soportes éticos que prestan (prestaban) su apoyo a una cierta dignidad, aquella que mantiene la esperanza de las personas honradas en su creencia de una sociedad mejor. "La Ciudadanía" está asistiendo estupefacta a la regresión moral y humanista de nuestras "autoridades" políticas que en un truculento coro de voces y gruñidos ruidosos y desacompasados, pretenden interpretar la mejor de las melodías para el mejor de los coros posibles.
¡ Ignorantes ! no hay sátrapas malos y buenos. Los cantos a la Libertad, la Paz y la Concordia entre los pueblos y los ciudadanos del mundo no fueron creados para ellos sino en todo caso contra ellos. Acaso no les silban ya sus oídos y oyen de fondo débilmente la tonadilla? Pues vayan agudizando su poca sensibilidad para enterarse de que los sátrapas occidentales a los que uds. sirven están siendo puestos en cuestión y que incluso los imperios como las personas, nacen crecen se reproducen y también... mueren...
Declaración de los derechos humanos:
Artículo 30.
- Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario