La primavera ha venido...

emulando a Machado: "La primavera que vendrá (la de 2011) casi nadie quiere saber cómo será...."
Reproduzco aquí algunos fragmentos del último boletín del GEAB:

Al final de 2010 se agudizará la crisis que irá haciendo desaparecer la ilusión
de la reactivación que predican los dirigentes occidentales.
Se mostrará con toda su crudeza que la ingente cantidad de dinero engullida por los bancos a través de los planes de« estímulo » económicos, carecen de eficacia duradera.
Los próximos meses revelarán una sencilla pero dolorosa realidad: la economía occidental, y en particular la de Estado-Unidos jamás ha salido de la recesión.
Ben Bernanke, presidente de la FED, pasó el siguiente mensaje tan diplomáticamente como fue posible durante la reciente reunión de los banqueros centrales mundiales, en Jackson Hole - Wyoming: o el resto del mundo sigue financiando el déficit estadounidense..
o Estados Unidos monetizará su deuda y transformará en moneda sin valor los Dólares y los bonos del Tesoro de EEUU que posee el resto del planeta.
Cuando un banquero central se expresa como un vulgar extorsionador, es que hay peligro en ciernes.
Estados Unidos une la amenaza a la presión para poder obtener lo que necesita.
La sabiduría de la FED y la de la administración Obama han han sido sólo pura arrogancia fundada sobre la pretensión comprender la naturaleza de la crisis y la ilusión de poseer los medios para dominarla.
Hasta el verano de 2010, no creyeron en la naturaleza sistémica de la crisis, o bien no comprendieron que generaba problemas fuera del alcance de los instrumentos de un banco central tan poderoso como él.

El crecimiento estadounidense se evapora y volverá a ser negativo desde fines de 2010; el paro no deja de crecer, la salida del mercado del empleo de dos millones de estadounidenses, en los próximos seis meses elevará la cifra real de desempleo por encima del 20%.
Hay una realidad popular muy sombría, un verdadero viaje al « corazón de las tinieblas », la de las decenas de millones de estadounidenses (cerca de sesenta millones dependen ya de los bonos de alimento) que no tienen actualmente ni empleo, ni casa, ni ahorro y que se preguntan cómo van a sobrevivir en los próximos años.
El mercado inmobiliario de EEUU continúa deprimido a niveles históricamente bajos y va a repetir su caída desde el cuarto trimestre de 2010.
En estas condiciones, el consumidor está y permanecerá ausente ya que su insolvencia perdura, incluso se agrava para uno de cada cinco estadounidenses que no tiene trabajo.
Detrás de estas consideraciones estadísticas se esconden tres realidades que van a modificar radicalmente el panorama político, económico y social de EEUU y el mundial de los próximos trimestres a medida que se manifiesten en la conciencia colectiva.

1.-Aumento notable del descontento popular.
Jóvenes, jubilados, negros, obreros, empleados de servicios,…. constituyen esta masa enfurecida (sesenta millones de personas que dependen de los bonos de alimento) que van a expresarse cruelmente en el próximo noviembre y pueden colocar a Washington en un trágico callejón sin salida política.
Partidarios del movimiento « Tea-Party », nuevos secesionistas,… quieren « romper la máquina washingtoniana » (y por extensión la de Wall Street), sin tener por ello propuestas realizables para resolver la multitud de problemas del país.
Las elecciones de noviembre de 2010 serán la primer ocasión para este « Estados Unidos que sufre » para expresarse sobre la crisis.

2.-La Reserva Federal ahora se sabe impotente.
A pesar de las disposiciones excepcionales (tasa de interés nula, quantitative easing, gran apoyo al mercado de los préstamos inmobiliarios,
a los bancos, triplicando su balance) que puso en ejecución a partir de septiembre de 2008, la economía estadounidense no se reactivó.

3.-La reacción (en contra) de los grandes bancos centrales mundiales se activará los dos próximos trimestres.
Ya el BCE dio a entender que pensaba que una nueva política de estímulo mediante un aumento de los déficits de EEUU sería suicida para este país. Actualmente China, mientras declara que no haría nada para precipitar las cosas pasa su tiempo vendiendo activos
estadounidenses para comprar activos japoneses (el nivel histórico de la cotización Yen/dólar lo refleja).
La capacidad de EEUU para convencer a sus socios decae rápida e intensamente, sobre todo cuando estos últimos ponen en duda la pertinencia de las políticas aplicadas.


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