Si se le ocurriera u ocurriese algún negocio " innovador "con el que tuviese posibilidades de ganar mucha pasta y lo pusiese en marcha, sería un "emprendedor". Rizando el rizo, si el negocio consiste en dar cursos de emprendedores entonces qué soy ¿ super-emprendedor ? y más aún si me dedico a dar cursos a los que luego darán cursos...?.
Pero qué emprendedor ni que puñetas. Esto es contradictorio. Ser emprendedor implica imaginación y capacidad de desarrollo y de asumir el riesgo necesario para emprender algo nuevo y de resultados por tanto dudosos. Cómo se puede enseñar a otros a ser emprendedores....?
Se dice que un periodista preguntó al financiero Donald Trump sobre la bondad de los consejos dados en su libro sobre "Cómo hacerse rico" y que este contestó que él lo había conseguido y que el escribir este libro lo había hecho más rico todavía. Entonces el truco parece ser que consiste en vender un libro de éxito sobre cómo hacer dinero, un éxito avalado a priori por el hecho de ser ya rico con anterioridad.
Todo esto me suena a música celestial y por tanto tan antigua como los cielos, una nueva versión de "El sueño americano" adaptado a la necesidad actual más universal de cubrir la necesidad de trabajar en una economía en crisis, hacer de esta necesidad virtud y ponerle un nombre atractivo. De esta forma los poderes públicos se desentienden de otra de sus obligaciones, hacer que los ciudadanos tengamos todos un trabajo digno con un salario digno. De los emprendedores, algunos pocos lo consiguen y otros muchos se arruinan más si cabe pero los que se arruinan no responsabilizan a nadie, asumen su derrota y se culpabilizan de no haber sabido salir adelante por no haber nacido lo suficientemente emprendedores como para triunfar en la vida.
Pues nos han convencido, muchos ya han emprendido la marcha a casa de sus padres o a buscarse la vida en otras latitudes y altitudes, sí que también hay distintas altitudes ... incluso de miras .... ¿ o se dice altura...?
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